Para la decoración del lugar en donde realizaremos la recepción, podemos considerar algunos de los siguientes detalles:
- La entrada al lugar, que se decora dependiendo del tamaño y de sus condiciones específicas.
- La presentación de la comida, en donde debemos tener en cuenta, según cada caso, todo lo relativo a la decoración de la mesa de quesos o de entremeses, la del buffet, la del bizcocho o la mesa de postres y la estación de bebidas.
- La decoración de la mesa de honor y las mesas para los invitados, lo que es un punto muy importante a considerar porque es ahí en donde los invitados estarán más tiempo y tendrán la posibilidad de observar nuestro buen gusto. Lo más característico son los centros de mesas, que pueden ser bajos o altos, muy elaborados o sencillos. Si los escogemos altos debemos tener en cuenta que no dificulten la visibilidad de las personas sentadas y si son bajos, debemos evitar las flores con olores intensos. El arreglo de nuestra mesa debe tener algo que lo distinga del resto ya sea en el color, en el tamaño o en el diseño. Los manteles y las servilletas deben estar impecablemente planchados y doblados, además de combinar en color y en textura con el resto de la decoración. Por último, debemos contemplar que tanto el menú, como algún pequeño souvenir que vayamos a colocar en la mesa, estén acorde con el resto de los elementos y armonicen con todo lo demás.
- La pista de baile y el lugar de los músicos o del DJ, no deben ser olvidados si queremos bailar durante la recepción. Es probable que necesitemos una tarima. A veces el mismo salón la incluye, pero en otras ocasiones tenemos que alquilarla aparte.
- Otros detalles son la decoración de escaleras, de baños o tocadores del lugar y del carro o vehículo de los novios. Usualmente, también se colocan algunos adornos en la casa de la novia. Si la boda es de día y al aire libre, entonces debemos pensar en pérgolas, toldos o sombrillas para evitar estar directamente bajo el sol.
Durante todo este proceso lo más importante es que consideremos los pequeños detalles, porque a veces la suma de esas pequeñeces son las que hacen la grandeza de una decoración.