Antes de que nos involucremos en la planificación de la luna de miel, debemos conversar juntos sobre lo que realmente queremos hacer para esos días después de la boda. Tenemos que valorar las preferencias de los dos y entonces debemos ponernos de acuerdo.
Todas las novias responderemos que "deseamos que nuestra luna de miel sea inolvidable". No importa tanto a donde vayamos ni dónde pasemos esa primera noche, lo importante es que podamos convertir estos días en algo muy especial, lleno de romanticismo.
Para poder escoger a dónde ir de viaje de bodas, tenemos primero que conversar sobre qué tipo de luna de miel queremos. Esa es una decisión que tiene que tomar la pareja. Como todo lo demás, el dinero determina en gran medida sobre la decisión final.
Preparar la luna de miel no difiere mucho de preparar un viaje cualquiera. Consultar con una agencia de viajes puede permitirnos encontrar lo que mejor se ajusta a nuestro presupuesto, pues generalmente ellas tienen ofertas muy atractivas.
Lo que no debemos olvidar llevar en la cartera de mano es: -Lapicero y libreta de apuntes. -Cosméticos. -Cepillos de dientes. -Pasta de diente en presentación de viaje. -Pasaportes. -Documentos de identidad. -Licencia matrimonial. -Tarjetas de créditos ...
La frase "Luna de Miel" , en inglés Honeymoon, se refiere a la noche de bodas o a los días después de la boda que los novios pasan juntos, generalmente viajando a un lugar romántico o exótico. La expresión es originaria del siglo XVI.
La mayoría de las tradiciones, costumbres y creencias nos han llegado a nosotras a través de nuestras abuelas y aunque carecen de veracidad, son ideas que han ido pasando de generación en generación basadas en los valores del matrimonio ...
Después de un año de nuestra boda, podemos recordar ese momento de muchas maneras. Generalmente intercambiamos regalos, salimos a un elegante restaurante, nos hacemos el día especial. Si tenemos la posibilidad podemos irnos de "segunda luna de miel".