EL HOGAR

Desde el mismo momento en que empezamos a prepararnos para el matrimonio nos encontramos ante dos grandes tareas: la boda y la casa.

“La casa” comienza por el inmueble.

La decisión de comprar estará dada a partir de si tenemos ahorros e ingresos suficientes para pagar la hipoteca, si no pensamos trasladarnos de ciudad en el mediano plazo y si las condiciones del mercado inmobiliario son favorables para respaldar nuestra inversión.

Si decidimos alquilar tendremos la ventaja que no nos endeudaremos ni tendremos que asumir responsabilidades que pueden resultarnos económicamente muy fuertes. Podremos disponer unos años para recuperarnos de los gastos de la boda y durante ese tiempo iremos adquiriendo los muebles y los demás artículos necesarios para el nuevo hogar. La desventaja es que como estaremos haciendo pagos mensuales en el alquiler y en las compras, puede que nos resulte difícil ahorrar si no tenemos una firme voluntad para ello.

Para informarnos bien, debemos consultar con entidades financieras (bancos, asociaciones etc.), con un abogado o un agente inmobiliario para que nos expliquen y nos asesoren sobre las posibilidades que tenemos: las tasas de interés, las formas de financiamientos, los pagos iniciales que debemos hacer, otros gastos que tendremos que enfrentar (gastos legales, de trasferencias de títulos, seguros de vida y del inmueble) y después comenzar a ver diferentes ofertas hasta llegar a lo que realmente nos interesa y nos conviene.