¿Qué música debo poner durante la ceremonia?
Durante la ceremonia, la música da un toque espectacular, romántico, solemne y exclusivo. Escoger la música es algo muy personal. Hay un gran repertorio de donde podemos seleccionar aquellas piezas que más nos agraden y con las que más nos identifiquemos. La tradición nos indica algunas melodías que son las más conocidas y las preferidas por la mayoría.
En la celebración de la boda en la iglesia, el papel de la música es muy importante. Hay momentos muy especiales en donde se requiere, o bien de voces (ya sea un solista, dúo, cuarteto, coro), o bien del sonido instrumental de cuerdas y vientos, ya sea que escojamos un estilo solemne, triunfal, alegre o barroco. Todo dependerá del tipo de boda, de la religión, de las características del lugar, de nuestra preferencia y desde luego de nuestro presupuesto.
A modo indicativo podemos considerar lo siguiente:
Tradicionalmente entramos a la iglesia del brazo de nuestro padrino con la música: Marcha Nupcial de “Sueño de una noche de verano”, de F. Mendelssohn. (Esta tradición data de la boda de la princesa Victoria de Inglaterra con el príncipe Federico Guillermo de Prucia en 1843).
En la actualidad las novias podemos optar por otras piezas:
- Bridal Chorus (Coro Nupcial) de la ópera “Lohengrin” de R. Wagner
- Gloria in excelsis Deo de A. Vivaldi.
- Marcha Nupcial de “Las bodas de Fígaro” de W.A.Mozart
- Trumpet Voluntary de “Marcha del Príncipe de Dinamarca” de J. Clarke
Durante el Ofertorio, momento en el cual se ofrecen el Pan y el Vino a Dios, algunas parejas prefieren escuchar el “Ave María” en cualquiera de las versiones: Ave María de la ópera 52, No 6 de F. Schubert, el Ave María de C. Gounod y J.S. Bach o el Ave María de T.L. Victoria.
Otros momentos a tener en cuenta son el Santo, el Padre Nuestro (cantado con el sonido de “El Ritmo del silencio”), la Paz y la Comunión (donde puede escucharse “Panis Angelicus” de C. Frank, la versión en español de “El himno al amor” de Edith Piaf o escoger este momento para escuchar el “Ave María”)
No obstante, muchos prefieren que tanto la entrada de la novia como la salida de los novios se hagan con la Marcha Nupcial de “Sueño de una noche de verano”, de F. Mendelssohn.
También podemos escoger otras melodías como:
- Himno a la Alegría (9na. Sinfonía) de L.V. Beethoven
- Marcha Nupcial de “Las bodas de Fígaro” de W.A.Mozart
- Trumpet Voluntary de “Marcha del Príncipe de Dinamarca” de J. Clarke
- Marcha Triunfal de “Aida” de G. Verdi
Si la boda es civil tendremos más libertad para escoger la música, aunque podemos mantener lo tradicional: entrar al lugar con los acordes de una Marcha Nupcial, poner algo de fondo durante las firmas de testigos y retirarnos con una melodía alegre. En todos los casos es necesario que hagamos un guión de la música escogida destacando cada momento en que se escuchará para que los músicos y el celebrante lo tengan en cuenta. Si no conocemos mucho sobre este tipo de música debemos dejarnos guiar por los expertos. Además, como cada músico tiene establecido su repertorio, consideremos oírlos para poder seleccionar lo que realmente nos agrada.
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