RECEPCION

¿Cómo debemos elegir el menú para la recepción?




Elegir el menú que ofreceremos en la recepción es una tarea que debemos realizar al mismo tiempo que decidimos el lugar en donde realizaremos la celebración. Es algo que no debemos descuidar porque de ello dependerá que nuestros invitados se sientan satisfechos y valoren nuestra buena preferencia.







La regla principal para elegir el mejor menú de la boda es que éste pueda satisfacer los gustos de todos los presentes o al menos de la mayoría.


Para lograr esto lo mejor es olvidarnos de muchas exquisiteces, de platos rebuscados que quizás no son aceptados por la generalidad y seleccionar los clásicos indiscutibles que con algunas variantes son los que usualmente se sirven en todas las bodas. Lo que debemos tener en cuenta es que la presentación será lo que hará la diferencia para que los comensales perciban que no están degustando lo que comen todos los días.


La hora en que realizaremos la recepción y la forma en que serviremos la comida determinarán el menú que podremos seleccionar.



  • A partir de las nueve de la mañana, será un menú de desayuno. De la una de la tarde en adelante, serviremos un almuerzo. Sobre las cinco de la tarde, estaremos considerando un brindis y después de las siete de la noche, lo apropiado es una cena.



  • Si estamos pensando en un cóctel y lo que vamos a ofrecer son canapés, bocadillos o entremeses debemos mandar a hacer unos 12 por personas, considerando unos 8 salados, fríos o calientes, y el resto dulces (la proporción es 2/3 salados y 1/3 dulces del total que se prepare).



  • Si vamos a realizar una cena, podemos ofrecer los entremeses antes de la misma como aperitivos o acompañamientos de las primeras bebidas. Podemos incluir quesos y patés, canapés o bocadillos preferiblemente fríos, salados o dulces, presentados en una mesa decorada y preparada para que las personas se acerquen y se sirvan de ella o colocados en las respectivas mesas de los invitados. Debemos calcular al menos unos 4 bocadillos por persona, ya que la idea no es que se llenen con éstos.



  • Si lo que vamos a hacer es un buffet debemos elegir una variedad de alimentos para todos los gustos, donde incluyamos panes y galletas, al menos tres platos de ensaladas y tres platos principales diferentes entre los que podemos considerar pollo, pavo, pescado, cerdo, carne roja o mariscos. Como guarniciones o acompañamientos podemos considerar al menos tres variantes de arroces, vegetales y pastas.



  • Si nos casamos en la playa podemos aprovechar y servir algo del mar como una ensalada o cóctel de mariscos y si sólo ofreceremos bocadillos, podemos incluir camarones, ostiones y caviar, pero sin olvidar incluir otras cosas, pensando en aquellos invitados que son alérgicos o que no les agradan este tipo de comidas.



  • Si realizaremos una cena plateada, en la que se les servirá la comida a los invitados sentados en sus mesas, lo ideal es que escojamos un menú con dos entradas y dos platos principales, uno de carne roja y otro de carne blanca, para así poder satisfacer todos los gustos. Si conocemos que entre nuestros invitados hay quien necesita una dieta especial, o bien por salud o porque es vegetariano, sería de mucha cortesía disponerle de un plato diferente. Ese detalle seguro lo recordará siempre.



  • Si la duración de la recepción es de más de seis horas, entonces además de unos entremeses al principio de la actividad, debemos ofrecer hacia el final de la fiesta unos bocaditos, calculando unos 3 por persona y teniendo en cuenta que a esa hora tan avanzada de la noche ya se han retirado la mitad de los invitados, quedando generalmente los más jóvenes. 


Lo más importante al momento de elegir el menú es que pensemos en la presentación y procuremos la variabilidad de sabores, olores y colores. Lo mismo ocurre con los postres, si podemos tener varios, mejor.